El síndrome de colon irritable no es una enfermedad sino un trastorno que se acompaña de dolor abdominal, meteorismo y defecaciones anormales.
Los síntomas más comunes son diarrea y estreñimiento alternados, dolor abdominal (que típicamente se alivia con la defecación) y distensión, pero también se presenta percepción de flatulencia excesiva, sensación de evacuación incompleta, dolor rectal y moco en las heces.
La diarrea indolora y el estreñimiento crónico también son variantes del síndrome, pero ocurren con menos frecuencia.

En Adelgace con Ansiedad Cero, muchas veces lo primero que me dicen es: “Quiero bajar de peso”. Pero lo que realmente importa no es solo cuánto pesás, sino de qué está compuesto tu cuerpo.

Haz el TEST para probar si realmente tienes hambre.
Existen numerosos estudios científicos que respaldan la importancia de identificar el hambre antes de comer, en donde han mostrado que las personas que identifican y responden a las señales de hambre y saciedad.

La ansiedad llega sin avisar. Y muchas veces trae antojos urgentes: pan, dulce, algo crocante, “¡lo que sea!”
El problema no es la comida.
El problema es no saber qué elegir cuando estás en ese estado.
En vez de castigarte o romper todo el plan, podés tener opciones reales que te acompañen en ese momento.

¿QUÉ SUCEDE EN EL ORGANISMO?

El organismo es sabio. Comer rápido no le sienta bien y cada persona lo refleja de formas diferentes. Si una persona come demasiado rápido no se llena.
La sensación de saciedad tarda 20-25 minutos en llegar al estómago. Comer rápido, en 10-15 minutos, supone ingerir muchos alimentos en poco tiempo sin notar que el hambre desaparece. Ante la ausencia de saciedad, se sigue comiendo hasta calmar el hambre

Probablemente ya escuchaste hablar de la auriculoterapia para adelgazar, pero tal vez todavía te preguntás:
“¿Qué es en realidad? ¿No será una moda más?”
La respuesta es no. No es magia. Y tampoco es una solución aislada.
Es una herramienta real que ayuda a que el cambio sea más fácil, más amable y más profundo.

¿Alguna vez te encontraste comiendo sin tener hambre real?
¿Abriste la heladera sin saber bien qué buscabas?
¿O te pasó de comer algo y sentir culpa enseguida?
Eso es hambre emocional.¿Qué es el hambre emocional?
Es el deseo de comer que aparece cuando en realidad necesitás otra cosa: calmarte, distraerte, tapar el enojo, llenar un vacío o anestesiar una tristeza.
No nace del cuerpo. Nace del corazón, de la mente, del estrés acumulado.
Y es muy común… pero también muy silencioso.

Existen varios motivos que te pueden impedir bajar de peso mientras haces dieta, entre ellos que tengas un metabolismo muy lento, muy poca actividad física, ideas incorrectas de cómo combinar los alimentos, reducir mucho la ingesta de comida o incluso algún problema orgánico como de tiroides.
Para bajar de peso no necesitas comer poco.

La famosa premisa dice dos litros por día; pero la realidad es que no todos debemos consumir la misma cantidad.

Todos sabemos que como parte de la mercadotecnia existen cientos de productos para modificar nuestra figura a dejarla más estética.
Ésta prenda es uno de los tantos mitos dentro de nuestro consultorio de nutrición, debido a que las fajas no pueden realizar el efecto de quemar las calorías; lo que sí pueden producir estos productos es moldear el cuerpo.

Otro de los mitos de la nutrición es que nuestros pacientes tienen que tomar agua tibia con gotitas de limón para poder adelgazar.

Este tipo de dietas, a las que podemos añadir la de la piña o la alcachofa, la de las 500 calorías o la disociada, entre otras muchas, son las llamadas dietas milagro.